Como directora editorial y coordinadora de Palabra que dormía, Araceli Gutiérrez Olivares es el corazón que impulsa cada página. Su mirada sensible y su pasión por la palabra han dado forma a un espacio donde la poesía, la memoria y la creatividad dialogan con profundidad. Más que un ejercicio editorial, su trabajo es un acto de cuidado: tejer puentes entre voces diversas, elevar la calidad sin perder la calidez, y recordar que en cada texto late una emoción compartida. Su compromiso incansable convierte a la revista en un refugio literario y en un referente para quienes buscan que la palabra despierte y permanezca.

​Diana Nieto, ilustradora oficial de Palabra que dormía, es un verdadero talento cuya creatividad da vida a la poesía en forma de imagen. Con un estilo único y una mirada sensible, transforma las palabras en universos visuales que dialogan con cada texto, convirtiendo sus ilustraciones en metáforas gráficas llenas de fuerza y delicadeza. Su compromiso con la calidad y la innovación la han hecho un pilar fundamental en nuestro equipo. Para nosotros, es un orgullo contar con su arte, que ilumina y enriquece cada edición de la revista.

​Jorge Dot, poeta y miembro del comité editorial de Palabra que dormía, aporta a la revista una voz singular y comprometida con la palabra. Su mirada poética ilumina cada proyecto, enriqueciendo el diálogo entre textos y lectores con profundidad y sensibilidad. Como parte del comité editorial, su criterio y dedicación fortalecen la esencia de la revista, convirtiéndola en un espacio donde la literatura se piensa, se cuida y se comparte. Su presencia es, sin duda, un pilar que sostiene y nutre el corazón creativo de este proyecto.

​Como responsable del área de comunicación de Palabra que dormía, Diana Fortes es una presencia entrañable y cercana. Su labor va más allá de coordinar mensajes: escucha con atención, aporta creatividad y teje con calidez los puentes que unen a la revista con sus lectores. Siempre dispuesta a colaborar, suma ideas frescas y sensibles que enriquecen la esencia del proyecto. Su manera de habitar la comunicación, desde la empatía y la dedicación, la convierte en un alma indispensable para que la voz de la revista llegue con autenticidad y cuidad

​Laura Márquez, poeta y miembro del comité editorial de Palabra que dormía, es una voz imprescindible dentro de nuestra revista. Su sensibilidad y pasión por la escritura se reflejan en cada colaboración, donde combina una mirada única con un profundo compromiso hacia la palabra. A través de sus textos, no solo comparte reflexiones sobre temas relevantes y contemporáneos, sino que también inspira a nuestros lectores a habitar la poesía desde nuevas perspectivas. Su dedicación a la calidad y su creatividad constante la convierten en un pilar valioso de nuestro equipo editorial.