Por ARACELI GUTIÉRREZ OLIVARES
Escritora de Palabra que dormía
La poesía de Florencia Chiconi nos transmite movimiento, navegamos de manera armónica en el latido que denota una búsqueda de nuestro propio ser, para vernos reflejados en el otro. En entrevista, la autora de Azul despertar nos habla de cómo surge en ella el deseo de escribir poesía, sus influencias literarias y su proceso poético.
Florencia, bienvenida. Cuéntanos: ¿cómo empezaste a escribir poesía?
La poesía en mi vida surgió como un medio para exteriorizar a través de la escritura varios de los sentimientos, emociones, pensamientos e ideas que he tenido. A su vez, algunas experiencias de vida e historias propias han estado presentes en muchos de los poemas que he escrito. Considero que la poesía puede ser una forma catártica y liberadora de expresarse.
La poesía como un bálsamo... ¿Qué autores son los que más han influido en tu obra?
Probablemente los que más influencia han tenido en mí han sido Emily Dickinson, Walt Whitman y Jorge Luis Borges. También me gusta mucho la poesía de Idea Vilariño y la de Alejandra Pizarnik.
Grandes entre los grandes... Finalmente, ¿nos podrías hablar de tu proceso creativo? ¿Cómo nacen los poemas?
Por lo general, la inspiración emerge a partir de una idea o sentimiento que aflora en un momento particular. Luego, van surgiendo las palabras para expresar de la mejor forma posible esa idea o sentimiento inicial, hasta que la escritura se convierte en poema.
Raíces
Dejaré entrar a la tristeza,
una vez más,
aunque me resista.
Una vez más,
se adentrará en mí
como un rayo
y hará que crezcan ramas de mi pecho
y se unan con la tierra.
Le daré espacio para navegar en mí,
una vez más,
abrazaré la sombra
hasta casi consumirme.
Una vez más
visitará mi ser,
cada rincón de mi mente,
hasta habitarla y fundirse con ella.
Dejaré que el viento
llame mi nombre
y quiebre aquella red
que tomó por presa mi cuerpo.
Despertaré espejos
que reflejarán luz
y quemarán las hojas
en un intento de liberación.
Le agradeceré al fuego
por avivar la resiliencia.
Dejaré entrar,
una vez más,
a la tristeza.
Huésped
La sangre permanece
impoluta en el silencio.
Se hospeda en la carne
que da vida al recuerdo.
Tu sangre, mi sangre,
se unen en un cuerpo
y marcan el ritmo
de un corazón despierto
que ya no busca
morir aquí dentro.
¿Cuánto tiempo llevará
que veas lo que siento?
Llave
Cuán difícil puede volverse
reconocer el presente
entre paredes de ladrillos
tiesas, añosas.
La humedad puede carcomer
la esencia más profunda
y esconderla en el cielorraso.
Golpear las puertas no es suficiente,
derribarlas tampoco.
Sólo es útil
contemplar los recuerdos,
inhalar las flores del empapelado,
observar las vetas de la madera,
las figuras en el piso de mármol,
respirar la casa atascada
hasta que salga de la garganta.
Ornamento
Observamos cómo las páginas
cosen las heridas,
puntada tras puntada,
hasta formar una línea casi perfecta,
como una antena que intenta sintonizar
con la pulcritud más plena,
así el orden deseado se torna real.
Armamos rompecabezas,
cocreamos el patrón.
La arquitectura de nuestras manos
es sólo un intento
de construir lo abstracto.
Bandada
¿Por qué esas aves,
que siempre vuelan juntas,
hoy vuelan separadas?
¿Acaso cada una querrá
manifestar su propio camino?
¿O será que el grito de un cambio
las llama, frenético, hacia su destino?
Hoy
la danza se traza
en líneas paralelas.
Florencia Chiconi
Florencia Chiconi nació en Buenos Aires, Argentina. Es traductora pública de inglés, egresada de la Universidad Nacional de La Plata. Trabajó como docente y traductora, y actualmente se dedica a la gestión de proyectos de traducción.
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