top of page

Leviatán en los patios

Actualizado: 21 ago

Los patios


Muchedumbre que desfila

bajo un paraguas de sombra.

¿Dónde quedó tu epitafio

de muerte sobre la alforja

asaltando los caminos,

ciudad tan lejana y sola?

Madreselva de sandalias por el llano.

Por el viento... ¡Ya no hay viento!

Solo abanicos de mano.

¿Quién se ha llevado el olor

amargo de los naranjos?

Se quejan hasta las fuentes,

gota a gota desangrando

el agua insomne en la piedra

milenaria de los patios.

Adiós canción del jinete,

adiós jaca valerosa:

sin balas y sin cañones

los teléfonos disparan

desde las torres de Córdoba.



Leviatán de acero

 

Parásitos consumistas que en la piel

del monstruo: brindan, festejan, comen.


En un solo día,

un leviatán de acero deja la misma huella de carbono

que doce mil coches.

 

Pupilas llenas de glitter

no permiten ver que la bestia

gusta de nata oscura.


Navegan sin enterarse

que sus consecuencias las sufren: 

las aguas,

el aire,

las calles,

los habitantes.


La contaminación lumínica me llega,

no hay más silencio.


El ruido submarino que producen los leviatanes

llega a las profundidades,

interfiere en comunicación de los cetáceos.


Tomo una Coca Cola,

siento como mis venas se llenan

de la carcajada del ecocidio.



Ilustración Diana Nieto


Revisión ortotipográfica Laura Mena


Mujer y leviatán



251 visualizaciones1 comentario

Entradas Recientes

Ver todo

1 Comment

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
Guest
Aug 08
Rated 5 out of 5 stars.

Que maravilla de poesía tan comprometida.

Like
bottom of page